III Open Villa de Andoain 2010

CRÓNICA DEL III OPEN ANDOAIN
Texto: Pepe Díaz, fotos: Santi

Presentación con Chuletón

A pesar de contar únicamente con tres ediciones, el Open de Andoain, se ha erigido como una de las pruebas más prestigiosas del circuito mosquero español. El alto nivel de los representantes locales (Andoain cuenta con tres campeones de España absolutos, un subcampeón del mundo y otros muchos extraordinarios competidores), del escenario y el excelente ambiente propiciado por una organización que no escatima esfuerzos, han otorgado a este concurso que abre el comienzo de la temporada deportiva, de un prestigio con el que no cuentan otros eventos de más larga trayectoria.
La tarde del jueves 18 de febrero, una vez concluida la ceremonia de inauguración, en el ayuntamiento de Andoain, y antes de cenar al estilo de la zona, con chuletón y sidra, los participantes disfrutaron de una instructiva charla sobre la fotografía en el mundo de la pesca por parte de Pepe H. Weigan, afamado pescador-viajero y fotógrafo, así como presentador del canal "CAZA Y PESCA".
Uno de los muchos consejos que Pepe compartió con los asistentes consistió en sugerir que las fotografías podrían hacerse captando al pescador "despistado", sin mirar al objetivo, una idea que todos pusieron en práctica (como puede verse en las fotos de Xanti) a lo largo de todo el fin de semana.

Primera jornada

Hecho el sorteo de tramos, el concurso dio comienzo a las nueve horas del viernes, en mangas de hora y media, en tramos con abundantes arco-iris pero con un caudal algo alto y aguas claras, a no más de 7.5 grados (la semana anterior bajaba a 4.5º debido a las nevadas). Las circunstancias del río y la ausencia de la piscifactoría, recientemente cerrada, fueron determinantes ya desde esta primera manga: algunos tramos acusaron la menor densidad de peces nuevos (las iris viejas y las comunes se movieron poco). En cambio la escuela de pesca, el libre sin muerte y otros tramos clásicos mostraron la gran cantidad de peces con que cuenta el acotado. Durante el día cayeron fuertes chaparrones que harían subir el río durante la noche, pero la organización había encargado buen tiempo para la comida, consistente en un lunch con caldico caliente incluido, en el merendero del Centro de Visitantes y Escuela de Pesca del Leizán. Para cenar, chuletón y sidra, como no podía ser de otra forma.

Uno de los escasos incidentes lamentables que cabe destacar durante esta jornada, es el que provocó Javi Sánchez, alias "Salta Presas" al caer desde la presa del tramo 2 hasta el tramo 1 (de unos 15 metros de altura ¿O era 1,5?), su control lo vio literalmente desaparecer en la espuma y la CHE llamó a la organización para conocer las causas del descenso repentino del nivel del Leizarán en 2 metros cúbicos (nótese que multiplicando la anchura de la presa, 40 metros, por dos segundos de caída y por su perímetro abdominal, dan como resultado los 2.000 litros citados) finalmente no se le descalificó por invadir un tramo que no le correspondía porque no estaban seguros del todo de que lo hiciera con mala intención.

Segunda jornada

Patxi Urruzuno, el responsable de la organización, no pudo dormir la noche del viernes preocupado por el nivel del río que llegaría a estar muy por encima del límite de los 9.000 litros, o sea imposible. Afortunadamente, para el comienzo de la tercera manga ya bajaban 8.500 litros por segundo o lo que es lo mismo: claro, muy alto y pescable en todos los tramos al menos en algún punto.
Las truchas dieron muestras de ser muy caprichosas, mostrándose inactivas en algunos momentos para a falta de unos minutos para terminar la manga, picar sin contemplaciones. Los que pescaron a segunda hora disfrutaron de un paulatino descenso del caudal que dejó accesibles y vadeables posturas que antes no lo eran, al igual que ocurriría durante la tarde.

 Las claves: el estrimer y no pisar el tajo

Santi Llano y su compañero Fernando dejaron claro en estas condiciones porque habían ganado la última edición del Open de Andoain: pescaron a estrimer con pericia y con confianza, algo, esto último, con lo que pocos participantes contaban. El coto del Leizarán se pesca poco a estrimer ya que da muy buenos resultados a ninfa al hilo, sin embargo con el río alto la pesca aguas abajo con líneas hundidas permitió llegar a peces difíciles de pescar a ninfa. Una vez más, una técnica considerada de segunda categoría, muestra como no sólo para competir, sino para pescar en situaciones difíciles, hay que dominar todos los palos de la baraja.
Los pescadores se vieron en la encrucijada de elegir entre pescar al hilo en busca de posturas y peces activos o barrer el tramo aguas abajo con los estrimers, técnica que provoca muchas picadas pero con la que se pierden más capturas que a ninfa. Al tratarse de una prueba por parejas, algunas optaron por emplear cada miembro una de las dos técnicas hasta dar con la más eficaz.

La otra clave fue no pisar donde se encontraban los peces. Al realizar una captura, en lugar de avanzar y pescar un poco más lejos, Xanti Serrano y muchos de los locales continuaron pescando esos puntos calientes, reservándolos sin pisarlos, puesto que las truchas parecían estar concentradas en esas querencias, en particular zonas poco profundas al final de los pozos o de las corrientes más fuertes (salidas y descuelgues), muchas veces en la misma orilla.

Durante las últimas mangas el esfuerzo físico comenzó a notarse y con él llegaron las lesiones: Toño Goñi, compañero de Pepe Weigand y novato en esto de la competición, sufrió un leve esquince de tobillo en el estrecho muro del canal, causado sin duda por la falta de preparación física (él culpó a Jhonatan Torralbo por soltarle una rama sin avisar) y por esos kilitos que ha ganado últimamente. Iñigo Urruzuno tuvo que sustituirle como controlador en la última manga.

Cena, despedida y trofeos:

Durante la entrega de trofeos quedó bien patente la satisfacción unánime de todos los participantes que se materializó en largos aplausos para todos los mencionados en general y para Patxi Urruzuno en particular. El primer premio se lo llevaron, como no, dos locales, Unai Urkia y Olain Irizar, con gran ventaja sobre los segundos, los catalanes Jordi Oliveras y Xabier Casamayor. En tercer lugar quedaron otros dos autóctonos, Arkaitz Martín y Mikel Zubeldía. La pieza mayor la pescó el francés Paco Alguacil, pareja de Robert Escaffre, y midío 57 cm. y el trofeo consistió en una de esas fantásticas truchas pintada a mano por Natur-fish.

Sin embargo el puesto más disputado sería el último, premiado con sendas paletillas de Jabugo para los miembros de la pareja peor clasificada. Durante las primeras mangas varios equipos pugnaron por el preciado trofeo, no obstante la regularidad obtuvo su justo premio y Toño Goñi y Pepe Weigan (sí!!! Los de la Tele!!!!) lograron clasificarse en último lugar a gran distancia de sus inmediatos seguidores. Siempre nos quedará la duda de si sus tramos fueron tan malos, lo tenían planeado desde el principio o realmente sólo se saben la teoría y de pescar "na´de na!!!".

Los representantes Navarros

A pesar de de la cercanía del coto, de lo mucho que lo pescan y del gran esfuerzo que hicieron para evitarlo, las parejas navarras volvieron a demostrar, un año más, su gran apego a la mitad inferior de la clasificación. Con la sola excepción de Josetxo, que sabe arrimarse a buen árbol (Pablo Castro) y buenas manzanas coge, el resto de navarros no supieron adaptarse a las condiciones del río y no lograron buenas capturas ni en los mejores tramos, como son la Escuela de pesca y el tramo 1. Todo esto no tendría la menor importancia de no ser porque se rumorea que en próximas ediciones se sustituirán los cinco últimos clasificados para atender a la gran demanda de la prueba.
Habrá que hacer un Master de Yesa o algo así, ¡Menos mal que nos queda Santa Cruz! (del Campezo).