Mi huida mental comienza un domingo de Abril del 2001, como muchos domingos, desde que estamos criando es difícil ir algún otro día, Cipri me pasó a buscar y aunque ya habíamos pensado ir a pescar al Iratí , no teníamos claro donde parar , por fin nos decidimos por un sitio que había pescado yo con mi padre una vez y me gusto , un lugar entre Artozqui y Orbaiceta (je ,je ,je )
Almorzamos a gusto , llegamos al lugar , ningún coche ¿ ,nos cambiamos ,montamos las cañas y entramos en el río. Bajaba fuerte , subido, claro, verde,nos pusimos a pescar en paralelo como siempre y no pasaba nada ,hasta que vemos alguna tímida subida , bajan moscas amarillas, pocas, nos acercamos a una curva del río , Cipri va por la derecha , yo por la izquierda , vamos acabando la curva y nos encontramos una tabla larga donde vemos continuas cebadas. Yo me pongo loco , el agua nos llega hasta el pecho , comienzo a lanzar desordenado, nervioso, atropellado y me salen unos lances tristes , me enfado ,me tenso , cuando mejor lo tengo que hacer peor lo hago .Cipri me frena, me da pautas , me trata como a un neófito porque yo en mi excitación voy lanzando a diestro y siniestro ,he fallado ,atropellado y asustado a varias truchas .Necesito parar del todo ,respirar ,contemplar y sobre todo escuchar a Cipri a mi lado, dejarme empapar por su carácter tranquilo, entrar en su sosiego y saber estar, tan inglés , sus lances pausados. No pasa nada , solo que tenemos cuarenta truchas comiendo delante nuestra ...
Consigo entrar en sintonía con el hacer de Cipri y seguimos avanzando en paralelo ,disfrutando los dos de los lances suyos y del otro ,de las clavadas , de verlas nadar rápidas cuando las soltamos.
Fue ese dia una gran experiencia de aprendizaje para mí , gracias a haber ido con Cipri fue mejor.Me ayudo a centrarme con sus consejos, a recordar que en la pesca cada momento tiene su solución , pero si para hallarla tienes al lado a un amigo que te acompaña, te escucha y te ayuda ,puedes llegar antes al camino correcto.
Hasta a mí me suena algo cursi este final , pero se que el haber estado pescando ese dia con Cipri me aportó mucho .Nos reíamos incrédulos al clavar otra y otra , era como esas pescatas que contaban nuestros padres y ¡estábamos en lo libre¡.
La cola por fin avanza, la reunión se acaba , yo despierto de mi ensoñación y continuo...
Un saludo a todos Antonio Puig